Oh, Santa Muerte, en este momento de dolor y desilusión, me acerco a ti con el corazón lleno de tristeza por las traiciones que han marcado mi vida. Las heridas que han dejado en mi alma son profundas y difíciles de sanar. Te pido que me brindes la fortaleza necesaria para superar estos momentos oscuros. Que tu luz me guíe y me ayude a encontrar la paz interior que tanto anhelo. Permíteme aprender de estas experiencias y transformarlas en lecciones que me fortalezcan, para que nunca más me sienta vulnerable ante la deslealtad de quienes creí que eran mis aliados.
Oh, Santa Muerte, en tu infinita sabiduría, te ruego que me ayudes a liberar el rencor que llevo dentro. Las traiciones han sembrado en mí un sentimiento de desconfianza que me impide abrir mi corazón a nuevas relaciones. Te pido que me ayudes a soltar ese peso que me ahoga y a perdonar, no solo a quienes me han herido, sino también a mí mismo por haber permitido que esto sucediera. Que tu energía me envuelva y me enseñe a ver el lado positivo de cada situación, para que pueda avanzar sin el lastre del pasado.
Oh, Santa Muerte, en tu abrazo protector, encuentro consuelo y esperanza. Te imploro que me rodees con tu manto sagrado y me des la claridad necesaria para discernir quiénes son verdaderamente mis amigos y quiénes son solo sombras en mi camino. Que tu presencia me ayude a identificar las intenciones de los demás, para que no vuelva a caer en la trampa de la traición. Con tu ayuda, deseo construir relaciones basadas en la confianza y el respeto, donde el amor y la lealtad sean los pilares fundamentales.
Oh, Santa Muerte, en este proceso de sanación, te pido que me ayudes a fortalecer mi autoestima. Las traiciones han dejado cicatrices que afectan mi percepción de mí mismo. Quiero aprender a valorarme y a reconocer mi propia valía, sin depender de la aprobación de los demás. Que tu luz ilumine mi camino hacia la autoconfianza, para que pueda enfrentar el mundo con la seguridad de que merezco amor y respeto. Con tu guía, deseo convertirme en una persona resiliente, capaz de levantarse después de cada caída.
Oh, Santa Muerte, al final de este viaje de sanación, te agradezco por tu presencia constante en mi vida. Sé que, con tu ayuda, podré superar las traiciones y salir fortalecido de esta experiencia. Te pido que me acompañes en cada paso, recordándome que la vida está llena de oportunidades para el crecimiento y la renovación. Que tu amor y protección me sigan guiando, y que siempre encuentre en ti un refugio seguro. Con fe y gratitud, me entrego a tu voluntad, confiando en que el futuro será brillante y lleno de posibilidades.