Querido San Judas Tadeo, en este momento de mi vida, me acerco a ti con el corazón lleno de esperanza y fe. Reconozco que las adicciones han tomado un control que no puedo manejar solo. Te pido que me brindes la fortaleza necesaria para enfrentar mis debilidades y que me guíes en el camino hacia la superación. Ayúdame a encontrar la luz en medio de la oscuridad y a tomar decisiones que me acerquen a la libertad. Confío en tu intercesión, pues sé que eres el santo de las causas perdidas y que tu amor puede transformar mi vida.
Querido San Judas Tadeo, en mi lucha diaria contra las adicciones, siento que a veces me falta el valor para seguir adelante. Te imploro que me infundas el coraje necesario para resistir las tentaciones y para buscar ayuda cuando la necesite. Que tu ejemplo de perseverancia me inspire a no rendirme, a seguir luchando por mi bienestar y el de mis seres queridos. Te pido que me rodees de personas que me apoyen en este proceso y que me ayuden a mantenerme firme en mi propósito de sanar y crecer.
Querido San Judas Tadeo, en mis momentos de debilidad, cuando la tentación se vuelve abrumadora, te pido que estés a mi lado. Que tu presencia me brinde la paz que necesito para tomar decisiones sabias y saludables. Ayúdame a recordar las razones por las que deseo liberarme de estas cadenas y a mantenerme enfocado en mis metas. Te ruego que me des la claridad mental para reconocer los peligros que me rodean y la determinación para alejarlos de mi vida. Con tu ayuda, sé que puedo encontrar el camino hacia la recuperación.
Querido San Judas Tadeo, también te pido que intercedas por aquellos que, como yo, luchan contra las adicciones. Que tu amor y compasión lleguen a cada uno de ellos, brindándoles la esperanza y el apoyo que necesitan. Que juntos podamos encontrar la fuerza para superar nuestras batallas y construir un futuro más brillante. Te ruego que inspires a los profesionales que nos ayudan en este camino, para que puedan guiarnos con sabiduría y empatía. Que tu luz ilumine nuestro camino hacia la sanación y la libertad.
Querido San Judas Tadeo, agradezco de antemano tu ayuda y tu intercesión en mi vida. Sé que, con tu apoyo, puedo enfrentar mis desafíos y encontrar la paz que tanto anhelo. Te prometo que, al superar mis adicciones, compartiré mi testimonio y ayudaré a otros en su camino hacia la recuperación. Que mi experiencia se convierta en un faro de esperanza para quienes aún luchan en la oscuridad. Confío en que, con tu guía, lograré la transformación que busco y viviré una vida plena y libre de ataduras. Amén.