
Oh, Santa Muerte, en este momento de mi vida, me acerco a ti con el corazón abierto y la mente clara. Te pido que me ayudes a romper las barreras que me impiden avanzar. Siento que hay obstáculos invisibles que me mantienen estancado, y es por eso que clamo a ti, poderosa y benevolente. Con tu guía, deseo deshacerme de las cadenas que me atan a la duda y al miedo. Permíteme encontrar la fuerza para superar cada limitación, para que pueda abrazar mi verdadero potencial y seguir el camino que me has trazado.
Oh, Santa Muerte, en mi búsqueda de libertad, reconozco que a veces las barreras son internas. Te imploro que me ayudes a liberar mi mente de pensamientos negativos y autocríticos. Que tu luz ilumine mis días oscuros y me muestre el camino hacia la autoaceptación. Quiero aprender a amarme tal como soy, sin juicios ni comparaciones. Con tu apoyo, deseo cultivar una mentalidad positiva que me permita ver las oportunidades en lugar de los fracasos. Que cada día sea un paso hacia la confianza y la paz interior.
Oh, Santa Muerte, también te pido que me ayudes a romper las barreras en mis relaciones. A veces, siento que la comunicación se vuelve difícil y las malinterpretaciones crean distancias. Te ruego que me des la sabiduría para entender a los demás y la paciencia para escuchar. Que pueda construir puentes en lugar de muros, y que el amor y la comprensión fluyan en mis interacciones. Con tu ayuda, deseo sanar viejas heridas y fortalecer los lazos que son importantes para mí, creando un entorno de apoyo y armonía.
Oh, Santa Muerte, en este viaje de romper barreras, también reconozco la importancia de la gratitud. Te agradezco por cada lección aprendida y cada desafío superado. Que mi corazón esté siempre lleno de agradecimiento por las bendiciones que recibo, incluso en los momentos difíciles. Con tu guía, quiero aprender a ver el valor en cada experiencia, ya sea positiva o negativa. Que la gratitud me impulse a seguir adelante y a no rendirme, recordando que cada paso es parte de mi crecimiento.
Oh, Santa Muerte, finalmente, te pido que me ayudes a mantener la fe en mí mismo y en el proceso de la vida. A veces, las barreras parecen insuperables y la desesperanza se asoma. Te imploro que me infundas la fortaleza para seguir adelante, incluso cuando el camino se torna incierto. Que tu presencia me brinde consuelo y me recuerde que cada día es una nueva oportunidad para romper las limitaciones que me rodean. Con tu ayuda, deseo avanzar con valentía y determinación, confiando en que el futuro está lleno de posibilidades.