Querido San Expedito, en este momento de incertidumbre y dificultad, me acerco a ti con el corazón lleno de esperanza. Sé que eres el santo de las causas urgentes y que siempre estás dispuesto a escuchar las súplicas de quienes te invocan. Te pido que me brindes tu protección en estas situaciones complicadas que me abruman. Tu intercesión es un faro de luz en la oscuridad, y confío en que me guiarás hacia la solución que tanto anhelo. Ayúdame a mantener la fe y la fortaleza en mi camino, sabiendo que no estoy solo en esta lucha.
Querido San Expedito, en momentos de crisis, es fácil perder la calma y dejarse llevar por la desesperación. Te ruego que me ayudes a encontrar la serenidad en medio de la tormenta. Tu ejemplo de valentía y determinación me inspira a enfrentar mis desafíos con coraje. Te pido que me rodees con tu manto protector y que me des la claridad necesaria para tomar decisiones acertadas. Que tu presencia me brinde la confianza para seguir adelante, incluso cuando las circunstancias parecen adversas. Con tu ayuda, sé que puedo superar cualquier obstáculo que se presente en mi camino.
Querido San Expedito, en este instante de oración, quiero entregarte mis preocupaciones y temores. Reconozco que hay situaciones que escapan a mi control, pero confío en que tú puedes interceder por mí ante el Altísimo. Te pido que me protejas de todo mal y que me des la fortaleza para enfrentar los retos que se avecinan. Que tu luz ilumine mi sendero y me guíe hacia la paz que tanto anhelo. Con tu ayuda, sé que puedo encontrar la solución a mis problemas y salir fortalecido de esta experiencia.
Querido San Expedito, en mi búsqueda de protección, te imploro que me rodees con tu amor y compasión. A veces, las dificultades parecen insuperables, y es en esos momentos cuando más necesito tu apoyo. Te pido que me ayudes a mantener la fe en mí mismo y en el poder divino que me rodea. Que tu intercesión me brinde la seguridad necesaria para enfrentar cada desafío con determinación. Confío en que, con tu ayuda, podré encontrar la paz y la resolución que tanto deseo en mi vida.
Querido San Expedito, al finalizar esta oración, quiero agradecerte por tu constante presencia en mi vida. Sé que siempre estás a mi lado, guiándome y protegiéndome en cada paso que doy. Te pido que continúes intercediendo por mí en mis momentos de dificultad. Que tu ejemplo de fe y valentía me inspire a seguir adelante, sin importar cuán difíciles sean las circunstancias. Con tu ayuda, sé que puedo enfrentar cualquier adversidad y encontrar la luz al final del túnel. Gracias, San Expedito, por ser mi protector y guía en este camino.