
Gratitud eterna
San Miguel Arcángel, gracias por tu protección y guía constante. Amén.
San Miguel es un intercesor fiel. Reflexiona sobre cómo puedes vivir una vida de gratitud por su protección y guía.
Oh glorioso San Miguel Arcángel, en este último día de nuestra novena, quiero agradecerte por tu constante protección y guía. Tú, que siempre estás a nuestro lado en la batalla contra el mal, eres un ejemplo de amor y fidelidad a Dios. Gracias por ser mi defensor y por interceder ante el trono de la gracia en mi favor. San Miguel, ayúdame a vivir con un corazón lleno de gratitud, recordando siempre las bendiciones y la fortaleza que vienen de Dios. Que mi vida sea un testimonio de mi agradecimiento y amor por el Señor. Gracias por ser un amigo fiel en mi camino espiritual. Amén.
San Miguel Arcángel, gracias por todo. Que siempre viva con gratitud por tu intercesión y la misericordia de Dios. Amén.