
Paz interior
Virgen María, desata los nudos de mi ansiedad y lléname de tu paz celestial. Amén.
La paz interior viene de confiar en Dios. Reflexiona sobre cómo encontrar serenidad en tu vida diaria.
Oh Virgen María, Madre de Dios y Desatadora de Nudos, en este día vengo a ti buscando la paz que solo tú puedes otorgar. En medio de las tormentas de la vida y las preocupaciones que llenan mi mente, recuérdame que tú estás a mi lado, desatando con amor cada nudo que me impide sentir la serenidad que proviene de Dios. Ayúdame a entregar mis ansiedades y miedos a tu cuidado maternal, confiando en que tú intercederás por mí. Llena mi corazón de calma y permite que mi vida sea un reflejo de la paz de Cristo, que sobrepasa todo entendimiento. Gracias, Virgen María, por ser mi refugio y mi consuelo. Amén.
Virgen Desatadora de Nudos, gracias por darme tu paz. Que mi corazón permanezca sereno y lleno de confianza en Dios. Amén.