Humildad sincera
San Judas Tadeo, ejemplo de humildad y servicio, ayúdame a acercarme a Dios con un corazón sincero. Amén.
La humildad nos acerca a Dios y a los demás. Reflexiona sobre cómo cultivar este valor en tu vida.
Oh San Judas Tadeo, discípulo humilde de Jesús, me presento ante ti con un corazón lleno de gratitud y deseos de aprender de tu ejemplo. Enséñame a reconocer mis limitaciones y a confiar plenamente en Dios, sabiendo que todo lo que tengo y lo que soy proviene de Su bondad infinita. Ayúdame a valorar a los demás, a servir con alegría y a actuar siempre con amor desinteresado. Que mi vida sea un testimonio de humildad y servicio, reflejando el amor de Cristo en cada palabra y acción. Gracias, San Judas, por ser un modelo de sencillez y entrega total al Señor. Amén.
San Judas Tadeo, gracias por enseñarme a vivir con humildad. Que mi corazón esté siempre lleno de gratitud y amor. Amén.