
Oh, Santa Muerte, en este momento de necesidad, me acerco a ti con el corazón lleno de fe y esperanza. Te pido que alejes de mi vida a aquellos que buscan hacerme daño, a los que desean ver mi caída y a los que se alimentan de la negatividad. Tu poder es inmenso y tu protección es un refugio seguro. Con tu ayuda, deseo que se disuelvan las malas intenciones y que la luz de tu amor me rodee, creando un escudo que impida que las energías negativas se acerquen a mí. Confío en que tu presencia me brindará la fortaleza necesaria para enfrentar cualquier adversidad.
Oh, Santa Muerte, en tu infinita sabiduría, te ruego que me guíes en el camino hacia la paz y la tranquilidad. Al alejar a mis enemigos, también deseo que me ayudes a encontrar la serenidad en mi interior. Que cada paso que dé esté lleno de confianza y que cada decisión que tome esté iluminada por tu luz. Permíteme vivir sin el temor de ser atacado, y que mi mente y mi corazón estén en armonía. Con tu apoyo, quiero construir un entorno donde la paz prevalezca y donde pueda florecer sin la sombra de la malicia.
Oh, Santa Muerte, al alejar a mis enemigos, también te pido que me rodees de personas que me amen y me apoyen. Que aquellos que se acerquen a mí lo hagan con buenas intenciones y corazones sinceros. Deseo cultivar relaciones basadas en la confianza y el respeto, donde la lealtad y la bondad sean los pilares de cada vínculo. Con tu intervención, que se disuelvan las amistades tóxicas y que se fortalezcan los lazos con aquellos que realmente valoran mi esencia. Que mi vida esté llena de amor y compañía, alejando así la soledad y el desánimo.
Oh, Santa Muerte, en este viaje de transformación, te pido que me des la fuerza para dejar ir el rencor y el odio que pueda sentir hacia mis enemigos. Ayúdame a liberar mi corazón de las cadenas del resentimiento, para que pueda vivir en paz y armonía. Con tu guía, deseo aprender a perdonar y a soltar el pasado, permitiendo que la luz de tu amor llene cada rincón de mi ser. Al hacerlo, me abriré a nuevas oportunidades y experiencias que me enriquecerán y me ayudarán a crecer como persona.
Oh, Santa Muerte, finalmente, te agradezco por escuchar mis súplicas y por estar siempre a mi lado. Sé que tu protección es un regalo invaluable y que, con tu ayuda, puedo enfrentar cualquier desafío que se presente en mi camino. Te prometo honrar tu nombre y difundir tu luz en el mundo, compartiendo el amor y la compasión que me brindas. Que mi vida sea un testimonio de tu poder y que, al alejar a mis enemigos, pueda vivir en un estado de gratitud y plenitud. Amén.